Wednesday, June 22, 2016

Cosas que sólo pasan en Corea

Hace una semana aproximadamente una amiga argentina (que está en el mismo programa que yo y somos del mismo año) me invitó a anotarme a un viaje organizado por el centro internacional de juventud. Este viaje consistía de translado a la ciudad de Geochang (al sur de Corea), estadía de una noche, comidas y actividades, todo por la suma de 0 wons. WHAT?!

Le dije que sí quiero de una, aunque dudé durante toda la semana anterior al viaje de que fuera a ser cierta la gratuidad del asunto.

Me anoté a mi y a mi roomie, las dos para ese finde ya estaríamos libres de finales y nos venís perfecto para descargar tensiones, de noches sin dormir y corridas por la facultad.

Llegamos a las 8.10 a la estación Yangchae  y ahí estaba el colectivo que nos llevaría a Geochang. Entramos y unas señoras vestidas con un tipo guardapolvo verde nos saludaron, preguntaron nuestros nombres y nos invitaron a sentarnos. Mientras esperábamos a los que llegaban tarde nos dieron desayuno (babbogo, o hamburguesa de arroz). A eso de las 8.30 partimos rumbo a Geochang.

El viaje fue increíble. Nos llevaron primero a recolectar arándanos, en donde nos dieron una canastita para llenar. Lo que recolectábamos era nuestro, y mientras recolectábamos podíamos comer todo lo que quisieramos.

Después nos llevaron a una escuela confuciana, donde vestidos de estudiantes confucianos nos enseñaron a hacer las típicas reverencias a los mayores y una diferente al rey. También hicimos una especie de name tag tradicional (llamado 호패); en una maderita teníamos que escribir nuestro nombre, profesión y año de nacimiento.

Vestidos de estudiantes confucianos nos llevaron al lugar donde pasaríamos la noche. Era la casa de un ancestro de un clan importante que ahora no recuerdo cuál. Nuestro anfitrión era un señor de unos 80 años muy saludable y energético. Mientras nos preparábamos para la cena hubo una competencia de arquería. Nunca había practicado arquería, así que jamás toque el tablero... :(

La cena fue comida tradicional coreana y hecha en la misma casa. Riquísimo todo. Todos los panchan imaginables. Todos.

Punto aparte, no piensen que una casa tradicional coreana es como las nuestras. Estas son terrenos con muchas "casas" adentro. Era enorme y nuestra habitación era preciosa.

Como bajativo un grupo local de música tradicional coreana (samulnori) nos había preparado unas canciones. Vimos la actuación desde el porche de nuestras habitaciones viendo el sol caer hasta que llegó por completo la noche.

Estaba muerta ya, pero antes de dormir había una última actividad del día! Hacer pulseras con hilos mientras disgustábamos de un rico té frío y dulces tradicionales y sandía (hacía semanas que no comía tanto).

Al día siguiente fuimos a presenciar una boda tradicional coreana en la misma escuela confuciana que habíamos estado el día anterior. Definitivamente una experiencia que no había vivido antes. Me pareció un poco desordenada y ruidosa, pero tal vez sea esa la norma?

Antes de emprender el rumbo de vuelva a Seúl, pasamos por un parque que lo cruzaba río donde había una roca enorme con nombres de personas en caracteres chinos. El nombre de este lugar era 수승대.

Después de tomar café con los pies metidos en el agua, caminamos un poco por el parque y volvimos a nuestro colectivo.

3 horas después ya estábamos en la estación Yangchae de nuevo.

Fue el finde más divertido del semestre, conocimos a más estudiantes extranjeros, a las señoras del staff, tan amables, comimos como cerdos y nos llevamos muchos suvenires y recuerdos...Y todo sin pagar un solo won.












Saturday, April 30, 2016

Qué es Yonsei GSIS

Yonsei GSIS (Graduate School of International Studies) es la escuela de postgrado de estudios internacionales de la universidad de Yonsei, una de las top 3 universidades surcoreanas (y por eso también es de las más caras y difíciles de entrar). Muchas universidades en Corea tienen su propio GSIS y es común que se organicen eventos interescolares. Lo especial de las GSIS es que todas las clases y la administración de la escuela se hace en inglés, lo que atrae a muchos estudiantes extranjeros y hace que la escuela tenga una linda mezcla en un ambiente muy internacional (en mi primer semestre entramos un poco más de 100 alumnos, solo el 30% eran coreanos).

En Yonsei GSIS la mayoría de los profesores son coreanos que han trabajado/estudiado/enseñado en el extranjero, por lo general en Estados Unidos. Por lo que el sistema de enseñanza es bastante al estilo norteamericano, con muchas clases seminario que incentivan la participación, discusión e innovación.

En Yonsei GSIS se pueden hacer maestrías y doctorados en 2 ramas principales: Estudios Coreanos y Estudios Globales, dentro de estudios globales existen los títulos en Asuntos y Políticas Internacionales y Economía y Estrategia Global. 

Yo estoy cursando la carrera de Asuntos y Políticas Internacionales con major en Cooperación Internacional. 

Aunque entrar a Yonsei es difícil para los estudiantes coreanos, los estudiantes internacionales pueden ingresar relativamente más fácil. Y, como dije antes, Yonsei es una de las universidades más caras de Corea, por lo que habría sido imposible para mi pagarla sin una beca. Yonsei GSIS ofrece diferentes becas (enteras o parciales), pero yo entré a través de la beca que otorga el gobierno coreano, un programa que se llama KGSP (Korean Government Scholarship Program). 

En Yonsei GSIS están siempre interesados en internacionalizar aún más la escuela y tener alumnos de cada vez más países, últimamente les interesa atraer alumnos de América Latina. 
Así que, si hay algún interesado en estudiar en Corea, 100% en inglés y conocer no solo a coreanos, pero a gente de todo el mundo, se las recomiendo completamente.


Si alguien está en Corea ahora, el 4 de mayo va a haber un Open House en el edificio de la escuela. La entrada es libre, van a hacer una introducción de la escuela y contestar todas las dudas y preguntas de los asistentes. 



Yonsei GSIS Web Site

eMail to Yonsei GSIS




Saturday, April 16, 2016

Más vale tarde...

Debería haber empezado un blog hace un año y medio, cuando llegué a Corea, y no ahora que ya entro en la cuenta regresiva (digo, porque me queda menos de la mitad del tiempo). Y ¡lo peor! es que no lo empiezo porque quiera contar algo, sino porque lo necesito, ya sé, un desastre lo mío.

Y ¿por qué lo necesito ahora? de eso se van a dar cuenta en los próximos posts. 

Estuve pensando toda la semana en qué pondría en mi primer post, sin que sea ni muy forzado ni muy nerd (anque muchas veces no puedo evitar lo nerd). Y como todavía no sé bien qué sería lo mejor, voy a empezar explicando el origen del nombre de mi blog. Porque muchos de mis amigos por ahí no saben.

El nombre Mate, Mote y Kimchi viene de mi vida misma. Yo nací en Bariloche, Argentina, tierra del tango, del asado y del dulce de leche...y del mate. Pero ¿por qué entre todo lo argentino elegí el mate? bueno, porque durante todos los años que viví en Argentina, jamás tomé mate y si lo hacía era para no rechazar cuando amablemente me lo ofrecían, o cuando vivía con mamá; los escones caseros saben mejor con unos mates. Eso sí, mates tibios y dulces, bien dulces. Recién ahora, desde que empecé la maestría en Seúl, me dieron ganas de tomar mate ¡ahora que no puedo conseguir yerba en ningún lado! Y no lo tomo tibio y dulce, lo tomo caliente y amargo. Cuando hago skype con mamá todavía se sorprende cuando me ve echándole agua a mi mate. Así que por eso el mate. Es por lo único que alguien se daría cuenta de que en esta casa vive una argentina. 

Mi mamá nació en Chile, la mitad de mi familia está en Chile, incluyendo a mi hermano mayor que está a punto de ser padre por primera vez, y yo viví en Santiago durante 6 años. Viví con una de mis tías al principio y después con mi hermano (el futuro padre), después también con mi hermano más chico, y por último con mi hermana (la más grande de las dos). En ese tiempo en Chile no puedo decir que se me hayan pegado muchas costumbres (el acento mendocino no cuenta, porque lo tuve desde siempre), pero una cosa que extraño y me gustaría volver a probar es el mote, sobre todo en verano cuando te lo venden frío y con huesillo. Antes de venir a Corea seguía comiendo mote en casa de vez en cuando, pero nunca con el mismo sabor que tiene el chileno. 

Y por último, el Kimchi. Como muchos sabrán, el kimchi es una de las comidas típidas de Corea. Más que comida es un acompañamiento que no puede faltar en la mesa en cada comida en una casa coreana. Yo había probado el kimchi antes de llegar y lo odiaba. Cuando llegué lo seguí odiando. Había algo en ese sabor fermentado que no podía soportar. Solo mi amiga Eva lo comía con un entusiasmo que para mi era falso, porque a nadie podía gustarle el kimchi así. Hasta que, unos 6 meses después de llegar a Corea y de comer comida coreana todos los días, me animé a probarlo de nuevo, y para mi sorpresa y la de todos, me encantó. No sé si mi paladar cambió, o se acostumbró, o el kimchi se volvió rico de repente, pero no podía dejar de comerlo, era riquísimo. Incluso un día hace unos meses, se me antojó kimchi con arroz, tanto que tuve que ir al super del barrio comprar un paquete de medio kilo y me lo comí todo en 15 minutos. 

Así que, como la persona de buen comer que soy (digo buen comer porque me como todo y no porque tenga un gusto refinado) mi blog tiene el nombre de 3 comidas (o bebidas) que me definen, porque son parte de lo que soy ahora.